Terminamos de cenar; fue un día cansado, un arduo y
largo lapso laboral donde importa más la experiencia que unos simples papeles,
no fue lo más extraordinario aun así había risas, historias, buena música y un
buen humo de por medio. Limpiamos la mesa, una charla más para terminar un
último abrazo que se siente como si no durada ni un segundo y una última
sonrisa antes de que vayas a dormir, la última leyenda: “descansa, buenas
noches”.
“Buenas noches, buenas noches, buenas noches, buenas
noches…”
Me he quedado en la sala de tu casa, solo como una
catalina navegando por una raíz seca: ¿Cómo hago para que no se vea mal? ¿Cómo
hago para subir y darte un beso en la frente? Dentro de tu sillón me siento
intranquilo viendo el cielo y a unos cuantos pasos de llegar a él, encuentro
una playera tuya del uniforme y la abrazo fuerte soñando que te estoy abrazando
a ti. Esta noche dormí contigo…
Escrito un 13 de
abril del 2022.

Comentarios
Publicar un comentario