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“DEJEMOS LAS COSAS CLARAS”

Siendo sincero con mi diminuto público, actualmente me considero más un crítico e investigador del arte, que un “artista”; en mi compleja transparencia, yo me convertí en artista cuando recibí un par de aplausos en el escenario y cuando vendí mi primer cuadro al honorable precio de $10 pesos mexicanos. Pero eso es otra historia.

Partiendo de este punto, y con el perdón de los falsos espíritus artísticos, al momento de promocionar una manifestación de un autor el valor de la obra comparado con mis atracciones sensoriales; debo decir:

NO TODO LO QUE PROMOCIONO ME AGRADA

Ahora sí, podemos abrir el tema:


“el gusto y la buena obra”

Mis queridos educandos, muchas obras, simbologías, autores, contextos, corrientes, ideologías, procesos y manifestaciones, me parecen tan soporíficas. Como ver LOL un viernes, después de que tu pareja se besó con otra persona enfrente de ti. Puedo dar unos ejemplos:

*el arduo e insípida fila de aglomeración excesiva de lambiscar los genitales al Ridículo y falso de Dalí, el trastornado facticio de Van Gogh, el manipulador y resentido de Rivera, la pseudo-ideologista de Kahlo.

*aburrido de los significados obvios presentados en servilleta, los paisajes poco interesantes, la penetrante inclusión moral doble cara, la escasa aplicación de técnicas y el excesivo placer de la “perfección”

*detesto con exaltación, el ardid de los contextos de algunos participantes ante los medios, dando el ejemplo existente que aun en la actualidad, el nepotismo sigue y seguirá siendo un poder con magnitudes desmesuradas.

*los teatrillos maquillados en forma de “performance” para la atracción ambigua de más espectadores.

*y la profunda tristeza del mercado actual del arte.

En el presente, tengo muchas oposiciones al grande mundo de las bellas artes. Y aunque duela, no puedo dejar en la sombra, de que existen excelentes trabajos y artistas, que merecen mejores posibilidades, aunque contengan algo de lo que acabo de vomitar en los ejemplos anteriores.

Y sostendré firmemente de que el “arte” se estancó.

Necesitamos hacer un cambio.




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