Siendo sincero con mi diminuto público, actualmente me considero más un crítico e investigador del arte, que un “artista”; en mi compleja transparencia, yo me convertí en artista cuando recibí un par de aplausos en el escenario y cuando vendí mi primer cuadro al honorable precio de $10 pesos mexicanos. Pero eso es otra historia. Partiendo de este punto, y con el perdón de los falsos espíritus artísticos, al momento de promocionar una manifestación de un autor el valor de la obra comparado con mis atracciones sensoriales; debo decir: NO TODO LO QUE PROMOCIONO ME AGRADA Ahora sí, podemos abrir el tema: “el gusto y la buena obra” Mis queridos educandos, muchas obras, simbologías, autores, contextos, corrientes, ideologías, procesos y manifestaciones, me parecen tan soporíficas. Como ver LOL un viernes, después de que tu pareja se besó con otra persona enfrente de ti. Puedo dar unos ejemplos: *el arduo e insípida fila de aglomeración excesiva de lambiscar los genitales al Ridí...
ACTOR QUE ASPIRA A LA VACUIDAD. Al desprendimiento total, a la entrega sin cortapisas ni egoísmos. Ya el motor que lo impulsa no es el deseo de ser visto y premiado, como pinocho, ni el de aprender una técnica que refleje al mundo como Hamlet, ni el de crear para satisfacer los apetitos del publico y ser aceptado por él, como Prospero. No nada de eso; el actor es pleno aquí porque no existe y alguien que no existe, no crea, se crea. Como a nadie tiene que rendir cuentas, porque el mismo es nadie, puede darse el lujo de ser todos los seres… Ángel Norzagaray (1961- 2021) Dramaturgo, actor, poeta, docente y director de escena mexicano. ARTICULO: “las fases en la formación del actor” REVISTA: Espacio escénico (publicación del centro de artes escénicas del noroeste, A.C. Año 2, núm. 1) FECHA DE PUBLICACION: junio de 1998